Gustavo Rojas Pinilla (*Tunja, 12 de marzo de 1900- †Melgar, 17 de enero de 1975). Fue un militar, ingeniero civil y político colombiano, quien ocupó la presidencia de Colombia del 13 de junio de 1953 al 10 de mayo de 1957. Su mandato se caracterizó por la realización de grandes obras de infrestructura, el inicio del proceso de despolitización de la Policía, la traída del servicio de televisión al país y se puso término a la primera etapa de la época conocida como La Violencia, al llegarse a una tregua con las guerrillas liberales y estableciendo un gobierno avalado por el Ejército y varios otros miembros de la sociedad colombiana. Durante su mandato se le reconoció en 1954 el derecho al voto a las mujeres.
Biografía
Gustavo Rojas Pinilla nació en la ciudad de Tunja, en el Departamento de Boyacá, hijo de Julio Rojas Jiménez y Hermencia Pinilla Suárez. Su infancia la vivió en el área rural de Tunja y Villa de Leyva, realizando sus estudios primarios en el colegio de las Hermanas de la Presentación de Tunja, y los secundarios en el Colegio de Boyacá. Posteriormente se preparó como normalista en la Escuela Normal de Varones de Tunja.
Trayectoria
Inició su carrera militar en la Escuela Militar de Cadetes de Bogotá en 1917. Obtuvo el grado de subteniente en 1920. Hacia 1923 fue ascendido a teniente del Ejército mientras se encontraba asignado en Manizales. En 1924 solicitó el retiro del servicio activo para poder realizar sus estudios de Ingeniería Civil en el Tri-State College, en Indiana, donde obtuvo el título de ingeniero civil en 1927. A partir de ahí empezó a participar en la construcción de carreteras y otras obras de ingeniería dentro de su carrera militar.
En 1932 fue reintegrado al servicio activo para participar en la guerra con Perú. El año siguiente fue asignado al puerto de Buenaventura como comandante de la Batería de Costa e ingeniero militar de la región aún dentro del marco de la defensa del país en caso de algún ataque peruano.
En 1936 fue ingeniero del departamento técnico de la fábrica de municiones del Ejército, y como tal fue enviado en misión especial a Alemania, con el fin de obtener la maquinaria necesaria para fabricar las municiones en Bogotá. A su regreso a Colombia, fue nombrado jefe del departamento técnico de la fábrica de municiones.
En 1943 fue enviado a Estados Unidos para adquirir de ese gobierno armas y otros elementos para las Fuerzas Militares. En 1944 fue subdirector de la Escuela Superior de Guerra, y en 1945 director de la Aeronáutica Civil. Fue allí donde presentó su proyecto de aeropuertos bajo el nombre "Pistas de aterrizaje en Colombia", que le sirvió de tesis para su ascenso a coronel del Ejército y que más tarde se materializaría en el aeropuerto El Dorado de Bogotá y de otras ciudades durante su mandato presidencial.
En 1946, ya siendo coronel, fue nombrado comandante de la Primera Brigada en Tunja y en 1948 nombrado comandante de la Tercera Brigada en Cali. Allí ganó mayor visibilidad al lograr pacificar la rebelión ocurrida en esa zona a consecuencia del asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, ganándose el reconocimiento del presidente conservador Mariano Ospina Pérez y a su vez de las principales directrices del partido conservador. El 11 de octubre del año siguiente fue ascendido al grado de general y el 18 de octubre asignado al comando de la Brigada de Institutos Militares. El 3 de diciembre de 1949 nombrado Ministro de Correos y Telégrafos.
El posesionado presidente Laureano Gómez lo nombró Jefe del Estado Mayor General del Ejército. El 16 de abril de 1951 fue creado el Comando General de las Fuerzas Militares y se designó a Rojas como su primer comandante, pero no pudo ejercerlo por mucho tiempo por haber sido nombrado el 1º de junio delegado de Colombia ante las Naciones Unidas en Washington, y como tal pasó revista al "Batallón Colombia" que había sido conformado por el Presidente y enviado a apoyar la lucha contra el comunismo en la guerra de Corea. En 1952 fue ascendido a mayor general por el designado encargado del poder ejecutivo Roberto Urdaneta Arbeláez, y reintegrado al Comando General de las Fuerzas Militares. El 23 de mayo de 1953, apoyado en un requerimiento del servicio, Urdaneta ascendió a Rojas a teniente general.
Vida política
Antecedentes del golpe [editar]La violencia bipartidista que se desató con la muerte de Gaitán se fue agudizando y contribuyendo a la formación de guerrillas liberales y comunistas. Los dirigentes del Partido Liberal, que desde el mandato de Mariano Ospina Pérez se habían retirado del gobierno, no participaban en las elecciones para el Congreso, ni en las elecciones para la Presidencia, y no quisieron tomar el cupo mínimo de sillas que tenían en el cuerpo legislativo. Se habían sentido sin garantías para lograr la participación que deseaban. De esta forma Laureano Gómez ganó las elecciones presidenciales con solo 14 votos en contra. Con la muerte del representante Gustavo Jimenez y del ministro Jorge Soto en un tiroteo en el Congreso en septiembre de 1949, el presidente Ospina declaró turbado el orden público, teniendo que clausurar el Congreso.
El partido conservador se encontraba dividido entre los seguidores de Laureano y los seguidores de la familia Ospina. Los Ospina no estaban contentos con la labor de Laureano y menos con los poderes autoritarios que estaba adquiriendo; en particular el ex presidente Mariano Ospina Pérez había buscado una alianza con el ejército a través de Rojas Pinilla. Más tarde apoyarían el golpe con la vocería de doña Berta Hernández de Ospina. Entre los que apoyaron el golpe estaban los políticos Gilberto Alzate Avendaño y Lucio Pabón Núñez. Es por esto que el ex presidente Darío Echandía calificó el golpe militar de Rojas como un "golpe de opinión".
Laureano Gómez había permanecido ausente del palacio presidencial por razones de salud, no gobernaba enteramente, si no que ejercía parcialmente el control del gobierno recibiendo y enviando razones a Roberto Urdaneta que lo reemplazaba en calidad de primer designado.
Todos estos fueron factores que contribuyeron a preparar el terreno para la aceptación del golpe de estado de 1953 como un acontecimiento deseable.
El golpe de Rojas Pinilla no fue del todo planeado sino que se dio en forma espontánea a medida que se desarrollaban los acontecimientos. El general Rojas habría pensado en dar un golpe, en caso de emergencia, en contra de Laureano Gómez, con el fin de asegurar la permanecía de Roberto Urdaneta en el gobierno. Dado que Urdaneta no aceptó y que Laureano reasumió el mando pero se hallaba en la casa de su yerno "haciendo pandeyucas", Rojas fue animado por sus subalternos militares a tomarse el poder, decisión que tomó la tarde del día del golpe, el 13 de junio.
El 13 de junio, Rojas cumplió su objetivo de realizar el golpe sin derramamiento de sangre: ninguna persona murió, incluso ordenó la protección de la casa y vida de la familia de Laureano horas después del golpe para que no fuera quemada por extremistas, entre otros motivos porque Rojas no deseaba ser visto como un asesino ya que uno de sus lemas personales y de gobierno fue la pacificación del país.
La Asamblea legitimiza el golpe
Cinco días más tarde, mediante el Acto Legislativo No.1 del 18 de junio de 1953, la Asamblea decreta que "...La Asamblea Nacional Constituyente [con 61 delegados] asume las atribuciones conferidas al Senado de la República por el Art. 125... y en consecuencia declara: 1. que el 13 de junio del presente año quedó vacante el cargo de Presidente de la República; y 2. Que es legítimo el título del actual Presidente de la República, Teniente General Gustavo Rojas Pinilla... quien ejercerá el cargo por el resto del período presidencial en curso", es decir hasta el 7 de Agosto de 1954, y la Asamblea debía velar por la "constitucionalidad del régimen".
La Asamblea Nacional Constituyente, a pesar de ser una institución transitoria fue reunida, cambiada y usada frecuentemente durante el período de Rojas por las tres fuerzas políticas que acordaban su constitución, siempre con una mayoría conservadora liderada por Ospina Pérez. La Asamblea, desde el gobierno de Rafael Reyes, no había realmente representado las partes constituyentes de la Nación.
En poco menos de tres meses de tomar el poder, el 15 de Septiembre de 1953, Rojas logra que las guerrillas Liberales firmen un armisticio.
Primera reelección
El año siguiente, al término del "periodo en curso", el 3 de Agosto de 1954, Rojas logra que la Asamblea Nacional Constituyente, en ese momento mayoritariamente compuesta de conservadores, reafirmara su posesión y que lo reeligiera para el periodo siguiente, es decir hasta 1958. La Asamblea de algo más de 90 delegados estaba compuesta de 56 conservadores, alrededor de 13 ó 15 liberales, 2 del ejército, 2 de la Iglesia Católica y el resto de Rojas Pinilla.
El 25 de octubre, la Asamblea aprobó el cambio constitucional para extender el sufragio a las mujeres, derecho que fue ejercido efectivamente tres años más tarde.
Esta vez separándose del apoyo bipartidista que lo había llevado al poder y creando lo que llamó la "Tercera Fuerza". con este propósito, el general formuló un reordenamiento del país bajo la alianza de los trabajadores, clases medias y militares, sustentado en principios católicos tomados de la doctrina social de la Iglesia y en los ideales bolivaristas.
Tan pronto como el Ministro de Gobierno, Lucio Pabón Núñez, anunció públicamente, el 9 de enero de 1955, la formación del nuevo partido "Movimiento de Acción Popular" para respaldar la gestión de Rojas, los partidos tradicionales decidieron oponerlo activamente. Usando los periódicos aún bajo su control --a pesar de la censura que venía siendo impuesta sobre ella desde el gobierno de Laureano-- y explotando cualquier error gubernamental lograron el apoyo de la Iglesia y los comerciantes, y recuperar adeptos en la población.
Los dos partidos tradicionales, temiendo el ascenso de estas fuerzas, emprendieron el arreglo definitivo de sus diferencias ideológicas y burocráticas con el fin de contrarrestarlas. La "Tercera Fuerza" se estaba convirtiendo en un partido que ponía en peligro la supremacía de los dos partidos tradicionales, e implicaría la perdida de puestos en muchas instituciones del país. De manera que lo que propició la solución a la crisis de hegemonía bipartidista no fue tanto el golpe de Estado sino el temor a que el régimen instaurado evolucionara en un populismo al estilo del gobierno de Juan Domingo Perón en Argentina o de Getúlio Vargas en Brasil. Es de anotar que su período de gobierno se desarrolló parcialmente en paralelo con el del General Juan Domingo Perón, militar que gobernó en Argentina desde 1946 a 1955, y el de Getulio Vargas, presidente constitucional de Brasil de 1951 a 1954, ambos con bastante acogida y apoyo popular.
Segunda reelección y caída
Según algunos relatos orales de la época que han sido recogidos por algunos periodistas en la actualidad y que no han sido confirmados por la justicia, en febrero de 1956, su hija María Eugenia y su esposo fueron objeto de sonora rechifla durante una corrida toros en la plaza de toros Santamaría en Bogotá; testigos presenciales recuerdan que cuando el torero ofreció el toro a María Eugenia frente al palco presidencial, el público le gritaba: "No se lo ofrezca porque se lo lleva a Melgar". El domingo siguiente se produjo la represalia. A quienes cantaban "Lleras sí, otro no", y a los que se negaban a vitorear a María Eugenia, los agentes del Servicio de Inteligencia Colombiano los molieron a palos, los lanzaron por las graderías del circo, los golpearon con yataganes o a puntapiés. El número exacto de muertos nunca se pudo precisar. Tampoco el de heridos. Pero se dijo que el gobierno había comprado siete mil boletas para sus detectives y agentes, con el fin de vengar el honor escarnecido de María Eugenia y su esposo.
En Noviembre de 1956 Ospina Pérez renuncia a la dirección de la Asamblea Nacional Constituyente como protesta al intento de Rojas de poner 25 miembros más en la Asamblea para asegurarse la reelección.
El 30 de Abril de 1957 la Asamblea Nacional Constituyente, recién reconstruida con miembros que favorecían a Rojas, lo reeligió para el periodo presidencial siguiente, de 1958 a 1962. Esto desencadenó una oposición todavía más agresiva contra su gobierno. El caudillo militar fue ahora convertido en un villano.
Los diálogos entre los Conservadores, inicialmente liderados por Laureano Gómez y seguido más tarde por Mariano Ospina Pérez, y Liberales, liderados por Alberto Lleras Camargo, para calmar los odios y diferencias fue preparando el camino para lo que se llamaría el Frente Nacional. Primero fue el acuerdo de Benidorm (España) el 24 de Julio de 1956 en donde reconocieron la responsabilidad compartida en la decadencia de la democracia y empezaron a buscar la fórmula igualitaria; luego el pacto de Marzo 20 de 1957, en donde se oponen firmemente a la reelección de Rojas para el periodo siguiente y apoyan las elecciones libres; luego la declaración de Sitges (España), en donde confirman que los dos partidos compartirían el poder en partes iguales durante 16 años y la presidencia se alternaría cada cuatro años entre los dos partidos, y por último el Pacto de San Carlos de Noviembre de 1957 en donde tuvieron que arreglar las diferencias con Laureano Gómez que había llegado en octubre de su exilio en España .
La disposición de la Asamblea de reelegir a Rojas nunca se cumplió ya que la Junta Militar tomó posesión el mes siguiente, el 10 de mayo de 1957, y disolvió la Asamblea. Los partidos, la Iglesia, los estudiantes, y los sindicatos habían hecho una demostración cívica en contra de su reelección que lo hizo cambiar de opinión. Rojas aceptó retirarse antes de que se agudizara la situación y degenerara en violencia; acordó los miembros de la Junta Militar y se exilió ese mismo mes de mayo.
Unas versiones indican que se asiló en España y que Eduardo Carranza habría gestionado su asilo con el gobierno Español. Otra versión, diseminada por el M-19, indica que viajó a República Dominicana y allí recibió asilo político de parte del gobierno del dictador Rafael Leonidas Trujillo y que permaneció en Santo Domingo hasta 1962.
Durante los años 1958 y 1959 el gobierno del Frente Nacional le hizo un juicio político. El general Rojas Pinilla, fiel a sus principios, se presentó ante el Senado para defenderse de las acusaciones en su contra. Sus defensores fueron Carlos V. Rey, Daniel Valois Arce y Jesús Estrada Monsalve. El veredicto del Congreso Nacional, del 18 de marzo de 1959, fue condenatorio contra el general Rojas; sin embargo, siete años después, el Tribunal Superior de Cundinamarca le devolvió sus derechos políticos el 20 de diciembre de 1966 y un año después, la Corte Suprema de Justicia confirmó este acto judicial, el 18 de octubre de 1967.
Regreso al país
No es clara la fecha oficial de su regreso. La Alianza Nacional Popular (ANAPO) que tenía como candidato a Rojas y que venía desarrollándose desde el año anterior se conforma en Duitama el 6 de enero de 1962 y se presentó a las elecciones para las corporaciones públicas el 18 de Marzo de 1962 y para las presidenciales el 6 de Abril de ese mismo año. En la votación para presidente obtuvo el cuarto lugar después Guillermo León Valencia del partido Conservador, Alfonso López Michelsen del Movimiento Revolucionario Liberal con apoyo comunista y que se oponía al bipartidismo, y Jorge Leyva del Partido Conservador. Los votos por López y Rojas sumaron el 38% sin embargo fueron considerados nulos por las autoridades electorales por oponerse al sistema bipartidista, y además por que Rojas fue considerado un candidato ilegal.
Ya resuelta la situación legal de Rojas, la ANAPO logró numerosos escaños en el Congreso Nacional en las elecciones de 1968.
En 1970 Rojas se había transformado en una opción política con gran arraigo entre la población colombiana y se presentó a las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, enfrentándose al candidato del Frente Nacional Misael Pastrana Borrero. Las elecciones resultaron bastante reñidas y el resultado oficial fue de 1.625.025 votos por Pastrana y 1.561.468 votos por Rojas. De esta manera la Corte Electoral proclamó a Pastrana como presidente para el periodo 1970-1974. Sin embargo, Rojas y sus partidarios siempre acusaron de fraudulentas estas elecciones y muchos testimonios de personas prestantes dentro de la política y las fuerzas armadas de la época parecen dar visos de verdad a dicho reclamo. Años después se confirmó el fraude efectuado por el gobierno de Carlos Lleras Restrepo. Dentro del grupo inconforme de los anapistas existían grupos de izquierda y de estudiantes con ideas no compartidas por Rojas. De estos grupos surgió luego el movimiento guerrillero M-19 (Movimiento 19 de Abril), que consideraba agotadas las vías electorales y optó por la vía armada.
Rojas muere de un infarto cardíaco en su finca de Melgar el 17 de enero de 1975. Su entierro fue en Bogotá, donde estuvo en cámara ardiente en el Capitolio Nacional. Sus ideas políticas fueron continuadas por su hija María Eugenia Rojas quien fue senadora y candidata a la Presidencia en 1974, y luego por su nieto, el ex-senador y actual Alcalde Mayor de Bogotá, Samuel Moreno Rojas.
Ideales de su gobierno
Su objetivo a corto plazo era la pacificación del país: terminar con la violencia bipartidista; y a mediano o largo plazo el restablecimiento de las instituciones democráticas. Su idea era mantener el control del gobierno por un tiempo lo suficientemente largo como para pacificar al país, darle impulso económico, social y moral. De esta forma demostrar que había una tercera fuerza política viable para el país y luego abrirlo a una verdadera democracia. Como sus metas no pudieron cumplirse en su totalidad a finales del periodo 1954-1958, quiso prolongar su gobierno por un periodo más, 1958-1960, lo cual no pudo cumplir.
Desde el gobierno de Laureano Gómez se había utilizado un estado de excepción manejado con la Asamblea Nacional Constituyente y a falta del legislativo se utilizaban decretos, método que igualmente utilizó Rojas para imponer su plan.
Para lograr la pacificación propuso conceder amnistía a los combatientes guerrilleros y la reconstrucción económica de las zonas afectadas por la violencia. De hecho algunos grupos guerrilleros liberales depusieron sus armas. No tuvo éxito con las guerrillas comunistas ya que declaró como ilegal al partido comunista. Al final, su objetivo de pacificación y democracia se logró parcialmente: con el temor a que el proyecto de Rojas triunfara, los partidos políticos tradicionales tuvieron que afianzar la paz política para sobrevivir, y por extensión calmar al país.
Manifestó en su programa de gobierno un reformismo social de estilo militar, con el cual buscó consolidar una política eminentemente nacionalista. Su gobierno se preocupó por fortalecer un binomio político cívico-militar en acción. Según sus ideas, ante el fracaso político-social de los partidos tradicionales, el binomio Pueblo - Fuerzas Militares sería el camino para realizar los cambios urgentes en el país. Consideró que el nacionalismo y el patriotismo debían ser las fuerzas de cohesión del pueblo colombiano, anegado en violencia y crisis nacional.
Buscó el fortalecimiento del Estado colombiano basado en la doctrina social de la Iglesia católica y en el ideario del Libertador Simón Bolívar. Además del ejército, mantenía una estrecha alianza con la Iglesia Católica. Estimulaba reformas sociales en beneficio de los sectores de bajos recursos. Según sus ideas, sin la justicia social sería muy difícil la paz y mucho más la libertad. “No se puede hablar de paz sin justicia social y justa distribución y goce de las riquezas". Por eso su programa ha sido considerado como un "movimiento cristiano nacionalista" para el progreso social y económico del pueblo colombiano.
Para el logro de sus metas socio-económicas era indispensable estimular el trabajo y facilitar, por parte del gobierno, la asistencia social, la educación, la orientación técnica.
Según sus ideas, para garantizar el trabajo era necesario proteger el capital; por ello las relaciones entre capital y trabajo debían mantenerse y desarrollarse lejos de toda hostilidad y dentro del verdadero concepto de Patria. Estimuló el trabajo y el desarrollo de la infraestructura del país, para lo cual estableció un impuesto sobre los ingresos y sobre el patrimonio golpeando a los sectores más ricos de la sociedad. Buscó la justicia política social que defendiera al trabajador, no sólo como productor de riqueza, sino como elemento humano.
Para estimular la economía y facilitar el manejo de las licencias de importación creó dos bancos públicos, medidas que los bancos privados consideraron como «competencia desleal».
El fortalecimiento de la educación para las masas colombianas, en un pueblo con mayoría analfabeta era una de sus prioridades como parte del plan de desarrollo. Su formación de normalista le permitió expresarse didácticamente en sus discursos presidenciales lo cual facilitó que sus ideas e intenciones fueran captadas fácilmente por el pueblo.
Logros de su gobierno
Se interesó por hacer reformas sociales en beneficio de los sectores de bajos recursos y por el desarrollo económico y educativo bajo una política de orden.
Para el logro de estas metas socio-económicas buscó estimular el trabajo, el desarrollo de la infraestructura del país, y facilitar la asistencia social, la educación y la orientación técnica. Los siguientes son algunos ejemplos.
Introdujo la televisión en el país. En 1954, al cumplirse el primer aniversario del gobierno militar, se inauguró la Televisora Nacional.
Automatizó la telefonía urbana y rural para el fortalecimiento de las comunicaciones e impulsar la educación y la cultura.
Fortaleció la educación popular práctica y tecnológica, y la educación rural con nuevas tecnologías agrícolas.
Estimuló los programas de las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza [1] y la programación de la televisión educativa, que se inició en Colombia durante su administración.
Se propuso la creación de numerosas escuelas, colegios y universidades. Creó, organizó y dio especial apoyo a la Universidad Pedagógica de Colombia con sede en Tunja, elevando a esta categoría a la antigua Normal Superior Universitaria de Colombia
Creó el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), el cual hasta el momento ha servido como instrumento invaluable para la educación de técnicos prácticos, la promoción de la producción y creación de microempresas.
Impulsó la cultura popular aprovechando los medios tecnológicos: la televisión, la radio, el teatro, la imprenta y todos los medios que llevan a la superación cultural.
Auspició la construcción de numerosas obras de infraestructura, entre ellas las siguientes: la terminación del ferrocarril del Atlántico; la pavimentación de la mayor parte de las carreteras troncales del país( por ej. la carretera Bogotá-Chía); la construcción del Aeropuerto Internacional El Dorado y 18 aeropuertos más; la construcción de acueductos, alcantarillados, avenidas y numerosas obras de infraestructura en pueblos de distintas regiones colombianas. Bajo su mandato se terminó la represa hidroeléctrica de Lebrija, la nueva refinería de Barrancabermeja.
Durante su administración se terminaron las obras de Acerías Paz de Río y el Hospital Militar, el Centro Administrativo Nacional, el Club Militar y la construcción del Observatorio Astronómico.
Para facilitar el manejo de las licencias de importación creó dos bancos públicos, el Banco Ganadero y el Banco Cafetero, medidas que los bancos privados consideraron como «competencia desleal». Capitalizó la Caja Agraria, estableció el Instituto de Fomento Tabacalero, y el Instituto Nacional de Abastecimiento (INA).
Para contrarrestar la oposición y el descontento frente al gobierno por la creación de impuestos que golpeaban los sectores más ricos de la sociedad, creó Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Movimiento de Acción Nacional (MAN), pero muy pronto fracasaron y se disolvieron.
En el Departamento de Boyacá, su tierra natal, se preocupó por la ampliación y pavimentación de la carretera Tunja-Bogotá; la electrificación de Boyacá con la instalación de tres unidades en Termo-Paipa; y la construcción de acueductos: Teatinos de Tunja, Sogamoso y Belencito.
Se construyeron bajo su mandato el Palacio Municipal y el Palacio de Justicia de Tunja, la Industria Militar (Indumil) en Sogamoso, la planta de leches de Chiquinquirá, con destino a los niños pobres, la Transmisora de la Independencia y numerosas obras sociales para los damnificados de la violencia.
Inició y propició la amnistía para los alzados en armas, principalmente para los guerrilleros de los Llanos Orientales, Tolima, Antioquia y otros departamentos y territorios nacionales azotados por la violencia. Creó la Oficina de Rehabilitación y Socorro para colaborar con los damnificados de la violencia.
Para afianzar la justicia social ayudando a los desposeídos, creó la institución SENDAS (Secretaría Nacional de Asistencia Social), que dirigió su hija María Eugenia Rojas de Moreno. SENDAS auspició los mercados populares, los aguinaldos del niño pobre, los restaurantes escolares, las guarderías infantiles y creó centros de bienestar social en las ciudades y campos.
Impulsó la construcción del CAN - Centro Administrativo Nacional - donde se congregarían los Ministerios y las sedes principales del Gobierno, la Caja Nacional de Previsión Social, la Empresa Nacional de Publicaciones, etc.
Impulsó la vivienda popular, la casa campesina, el seguro campesino y la bolsa de empleos.
Reconoció los derechos políticos de la mujer, mediante el acto legislativo número 3 de la Asamblea Nacional Constituyente (ANAC), de agosto 25 de 1954.
Cronología del golpe de estado
La causa principal que desencadenó el golpe de estado el sábado 13 de Junio de 1953, puente del Sagrado Corazón, fue la terquedad del presidente conservador Laureano Gómez Castro quien se empeñaba en deponer del cargo de General a Gustavo Rojas Pinilla con decisiones injustificadas y que por tanto no fueron apoyadas ni ejecutadas por el presidente designado Roberto Urdaneta Arbeláez ni su ministro de guerra Lucio Pabón Núñez. Es probable que Gómez considerara el liderazgo de Rojas y su acercamiento a Urdaneta como un peligro al control del poder que todavía ejercía desde su convalecencia.
Octubre de 1951:
El Presidente Conservador Laureano Gómez Castro sufre un derrame cerebral mientras asiste a una revista aérea en la Base de Palanquero lo que le impide continuar como titular del cargo. Delega sus funciones al primer designado Roberto Urdaneta Arbeláez pero sigue controlando el gobierno desde su lecho de enfermo usando como emisarios a sus hijos Álvaro y Enrique Gómez Hurtado.
Con su gestión, Roberto Urdaneta se gana el respeto del ejército y en especial el del general Gustavo Rojas Pinilla.
Septiembre de 1952:
Roberto Urdaneta le solicita a Rojas Pinilla que regrese de Estados Unidos a donde había ido como representante ante la Junta Interamericana de Defensa, en Washington, y lo reinstituye en su cargo de General de las Fuerzas Armadas con el fin de asegurarse respaldo militar.
Laureano Gómez, contrariado por la decisión de Urdaneta, empieza a buscar la forma de relevar al General Rojas de su cargo.
17 de Abril de 1953:
El General Rojas elude un intento de Laureano Gómez por separarlo del ejército. Laureano Gómez lo quería ausentar del país enviándolo a Fráncfort como representante del gobierno en la inauguración de la ruta Bogotá-Fráncfort; pero Rojas es informado de las dobles intenciones de Laureano y antes de subirse al avión en el antiguo aeropuerto de Techo, al sur Occidente de Bogotá, decide no viajar.
La lealtad de sus subalternos que lo consideraban líder y jefe natural fue de crucial importancia para que los hechos se siguieran desenvolviendo en beneficio del General.
22 de Mayo de 1953:
El General Rojas convoca a un banquete de gala en la Escuela Militar de Cadetes, en Bogotá, en honor al presidente encargado Roberto Urdaneta y a la que asistieron toda la plana mayor de las Fuerzas Armadas. En ella y con una ceremonia Rojas le ofrece a Urdaneta el apoyo de toda la entidad castrense.
Fecha desconocida en 1953:
Felipe Echevarría Olózaga, industrial antioqueño, fue detenido y culpado de adelantar actos terroristas en Colombia y torturado por miembros de la G-2. Laureano Gómez toma el evento como excusa para responsabilizar del hecho a algunos militares y en especial a Rojas Pinilla a pesar de que él no tenía nada que ver con los eventos, con la excepción de haber ordenado el traslado del señor Olózaga al Batallón Guardia Presidencial.
11 de Junio de 1953:
Se conforma el último gabinete de Urdaneta, en el que se asigna, entre otros, a Lucio Pabón Núñez como Ministro de Guerra.
12 de Junio de 1953:
Rojas Pinilla viaja a Melgar. Había organizado previamente un plan de comunicación en caso de alguna emergencia y previendo cualquier maniobra en su contra.
Laureano Gómez le ordena a Urdaneta que destituya al General Rojas Pinilla pero Urdaneta se niega argumentando que hasta tanto no se investigaran los hechos y reconocido a los culpables, no haría ningún movimiento de personal.
13 de Junio de 1953 (Sábado):
Hacia las 7 de la mañana Laureano Gómez le ordena nuevamente a Urdaneta que destituya al General Rojas Pinilla pero Urdaneta se niega y le dice que asuma nuevamente la presidencia y lo destituya él mismo. Así lo hizo Laureano Gómez quien convoca a un Consejo Extraordinario de Ministros.
Temprano en la mañana Laureano Gómez deja su lugar de convalecencia y se dirige al Palacio de la Carrera, hoy Palacio de Nariño, reúne a los ministros, reasume el poder y retira del cargo a Roberto Urdaneta. Lucio Pabón Núñez, Ministro de Guerra, se rehúsa a firmar el decreto para destituir al General Rojas Pinilla, procede a renunciar y se retira de la reunión.
Laureano Gómez nombra a Jorge Leyva como Ministro de Guerra y lo encarga de elaborar y firmar el decreto de destitución. Nombra además al general Régulo Gaitán como comandante general y se retira con rumbo desconocido.
Hacia las 10 de la mañana el personal empezó a ser informado de la baja del General Rojas.
Después del medio día el Secretario General del Ministerio de Guerra , Coronel José Manuel Agudelo, recibe en su despacho a los recién nombrados Jorge Leyva y Régulo Gaitán y otros oficiales en su despacho y se comunica con todos los mandos de la brigada para informarle de los hechos, lo mismo que con varios personajes políticos incluyendo a Ospina Pérez. Jorge Leyva decide aceptar el consejo de Agudelo de hacerse reconocer de las tropas haciendo un recorrido por los comandos de sur a norte, y salen del Capitolio, donde para la época allí funcionaba el Ministerio de Guerra.
Hacia las 2 de la tarde el general Alfredo Duarte Blum le hace una llamada telefónica a Rojas para que regrese de Melgar, al tiempo que sobrevolaban Melgar en el avión que lo traería de regreso. Rojas se traslada al aeropuerto de Flandes en donde lo recoge el avión que lo lleva al aeropuerto de Techo en Bogotá y pide ser llevado al Batallón Caldas (Puente Aranda) donde comandaba el Coronel Navas Pardo.
Cerca de las 4 de la tarde Rojas llega al Batallón Caldas coincidiendo con una llamada que Jorge Leyva le estaba haciendo a Navas para que lo reconociera como el nuevo Ministro de Guerra.
En algún momento de estos había aparecido también en el Batallón Caldas doña Berta Hernández de Ospina, esposa del ex- presidente Mariano Ospina Pérez y co-lideradora de la otra facción del partido conservador, con quien Rojas tuvo una cordial conversación y quien parece haberle proporcionado su apoyo e informado también del apoyo Liberal, para remover del gobierno a Laureano Gómez.
Hacia esa hora llama también el Coronel Manuel Agudelo para informarle a Rojas las acciones que había realizado hasta ese momento y recibe la orden de unirse a la toma del Palacio.
Sabiendo que Jorge Leyva y su comitiva llegarían al Batallón Caldas y que ellos aún no sabían que allí se encontraba Rojas, decidieron esperarlos. Más tarde llegaron Jorge Leyva, acompañado del recién asignado comandante, general Régulo Gaitán, del general Mariano Ospina Rodriguez, del general Gustavo Berrío Muñoz y del coronel Billy Hollman. Para evitar sospechas los recibieron con los honores correspondientes, pero una vez entraron al casino y haber encontrado sorpresivamente a Rojas les informaron que Leyva y Gaitán quedaban detenidos al igual que Ospina Rodriguez y Hollman. De inmediato se comunicó por radio a todas las guarniciones que a partir de ese momento recibirían órdenes solamente del General Rojas Pinilla.
Hacia las 5 de la tarde el General Carlos Turriago somete pacíficamente al Batallón Guardia Presidencial, en esos momentos comandado por el Mayor Ruano. Había previamente preparado la artillería y los batallones rodeando el Palacio de la Carrera, pero después de una conversación con Ruano se evitó un enfrentamiento innecesario. Rojas Pinilla es informado hacia las cinco y media, a lo cual Rojas y su comitiva dejan Puente Aranda y se dirigen al Palacio de la Carrera.
Hacia las 6:30 Rojas llega al Palacio Presidencial de la Carrera. Momentos después manda llamar de urgencia a Roberto Urdaneta Albeláez pues su plan en ese momento era pedirle a Urdaneta que se tomara el poder y que él, Rojas, lo apoyaría. Urdaneta, a pesar de que en ese momento estaba dormido y con fiebre de 40 grados debido a una fuerte gripe, fue despertado y se presentó a discutir la situación con Rojas y su comitiva. Le fueron presentadas varias alternativas para que permaneciera en el poder pero las rechazó diciendo “Si en la mañana me negué a aceptar una imposición, ahora me niego a aceptar otra”, pues seguía considerando a Laureano Gómez como el presidente legítimo y se rehusaba a asumir el cargo hasta tanto él no renunciara.
Ante la negativa de Urdaneta, Rojas ordenó la búsqueda de Laureano Gómez, el cual se hallaba escondido en la casa de uno de sus amigos, para pedirle que renunciara al gobierno de forma que Urdaneta pudiera gobernar legítimamente. Luis Ignacio Andrade que sabía donde se encontraba fue enviando para traer la renuncia, sin embargo al regresar informó a Rojas que “Laureano dice que antes de firmar la renuncia para que siga gobernando Urdaneta, prefiere que usted se haga cargo del gobierno”. Según Rojas, fue él mismo el que se dio el golpe al decir esto.
Urdaneta se retira a su habitación y al quedar solo con su comitiva que lo había preparado todo empezaron a animarlo para que tomara el poder.
Hacia las 10 de la noche Rojas asume definitivamente el poder y hace la alocución radial en la que dice su frase célebre “No más sangre, no más depredaciones en nombre de ningún partido político, paz, justicia y libertad.”, frase que fue bien recibida por la mayoría de los colombianos que habían estado sufriendo una sangrienta violencia partidista que se había acentuado desde la muerte del líder político Liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de Abril de 1948.
Familia
De su matrimonio con Carola Correa Jaramillo fueron hijos Gustavo Rojas Correa y María Eugenia Rojas Correa, casada con Samuel Moreno Díaz. Su nieto Samuel ha sido senador y actualmente es alcalde mayor de Bogotá, y su nieto Iván fue alcalde de Bucaramanga, ministro de salud y actualmente Senador. Ambos nietos de Rojas Pinilla son actuales miembros del PDA (Polo Democrático Alternativo) y ex militantes de la ANAPO (Alianza Nacional Popular).
Biografía
Gustavo Rojas Pinilla nació en la ciudad de Tunja, en el Departamento de Boyacá, hijo de Julio Rojas Jiménez y Hermencia Pinilla Suárez. Su infancia la vivió en el área rural de Tunja y Villa de Leyva, realizando sus estudios primarios en el colegio de las Hermanas de la Presentación de Tunja, y los secundarios en el Colegio de Boyacá. Posteriormente se preparó como normalista en la Escuela Normal de Varones de Tunja.
Trayectoria
Inició su carrera militar en la Escuela Militar de Cadetes de Bogotá en 1917. Obtuvo el grado de subteniente en 1920. Hacia 1923 fue ascendido a teniente del Ejército mientras se encontraba asignado en Manizales. En 1924 solicitó el retiro del servicio activo para poder realizar sus estudios de Ingeniería Civil en el Tri-State College, en Indiana, donde obtuvo el título de ingeniero civil en 1927. A partir de ahí empezó a participar en la construcción de carreteras y otras obras de ingeniería dentro de su carrera militar.
En 1932 fue reintegrado al servicio activo para participar en la guerra con Perú. El año siguiente fue asignado al puerto de Buenaventura como comandante de la Batería de Costa e ingeniero militar de la región aún dentro del marco de la defensa del país en caso de algún ataque peruano.
En 1936 fue ingeniero del departamento técnico de la fábrica de municiones del Ejército, y como tal fue enviado en misión especial a Alemania, con el fin de obtener la maquinaria necesaria para fabricar las municiones en Bogotá. A su regreso a Colombia, fue nombrado jefe del departamento técnico de la fábrica de municiones.
En 1943 fue enviado a Estados Unidos para adquirir de ese gobierno armas y otros elementos para las Fuerzas Militares. En 1944 fue subdirector de la Escuela Superior de Guerra, y en 1945 director de la Aeronáutica Civil. Fue allí donde presentó su proyecto de aeropuertos bajo el nombre "Pistas de aterrizaje en Colombia", que le sirvió de tesis para su ascenso a coronel del Ejército y que más tarde se materializaría en el aeropuerto El Dorado de Bogotá y de otras ciudades durante su mandato presidencial.
En 1946, ya siendo coronel, fue nombrado comandante de la Primera Brigada en Tunja y en 1948 nombrado comandante de la Tercera Brigada en Cali. Allí ganó mayor visibilidad al lograr pacificar la rebelión ocurrida en esa zona a consecuencia del asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, ganándose el reconocimiento del presidente conservador Mariano Ospina Pérez y a su vez de las principales directrices del partido conservador. El 11 de octubre del año siguiente fue ascendido al grado de general y el 18 de octubre asignado al comando de la Brigada de Institutos Militares. El 3 de diciembre de 1949 nombrado Ministro de Correos y Telégrafos.
El posesionado presidente Laureano Gómez lo nombró Jefe del Estado Mayor General del Ejército. El 16 de abril de 1951 fue creado el Comando General de las Fuerzas Militares y se designó a Rojas como su primer comandante, pero no pudo ejercerlo por mucho tiempo por haber sido nombrado el 1º de junio delegado de Colombia ante las Naciones Unidas en Washington, y como tal pasó revista al "Batallón Colombia" que había sido conformado por el Presidente y enviado a apoyar la lucha contra el comunismo en la guerra de Corea. En 1952 fue ascendido a mayor general por el designado encargado del poder ejecutivo Roberto Urdaneta Arbeláez, y reintegrado al Comando General de las Fuerzas Militares. El 23 de mayo de 1953, apoyado en un requerimiento del servicio, Urdaneta ascendió a Rojas a teniente general.
Vida política
Antecedentes del golpe [editar]La violencia bipartidista que se desató con la muerte de Gaitán se fue agudizando y contribuyendo a la formación de guerrillas liberales y comunistas. Los dirigentes del Partido Liberal, que desde el mandato de Mariano Ospina Pérez se habían retirado del gobierno, no participaban en las elecciones para el Congreso, ni en las elecciones para la Presidencia, y no quisieron tomar el cupo mínimo de sillas que tenían en el cuerpo legislativo. Se habían sentido sin garantías para lograr la participación que deseaban. De esta forma Laureano Gómez ganó las elecciones presidenciales con solo 14 votos en contra. Con la muerte del representante Gustavo Jimenez y del ministro Jorge Soto en un tiroteo en el Congreso en septiembre de 1949, el presidente Ospina declaró turbado el orden público, teniendo que clausurar el Congreso.
El partido conservador se encontraba dividido entre los seguidores de Laureano y los seguidores de la familia Ospina. Los Ospina no estaban contentos con la labor de Laureano y menos con los poderes autoritarios que estaba adquiriendo; en particular el ex presidente Mariano Ospina Pérez había buscado una alianza con el ejército a través de Rojas Pinilla. Más tarde apoyarían el golpe con la vocería de doña Berta Hernández de Ospina. Entre los que apoyaron el golpe estaban los políticos Gilberto Alzate Avendaño y Lucio Pabón Núñez. Es por esto que el ex presidente Darío Echandía calificó el golpe militar de Rojas como un "golpe de opinión".
Laureano Gómez había permanecido ausente del palacio presidencial por razones de salud, no gobernaba enteramente, si no que ejercía parcialmente el control del gobierno recibiendo y enviando razones a Roberto Urdaneta que lo reemplazaba en calidad de primer designado.
Todos estos fueron factores que contribuyeron a preparar el terreno para la aceptación del golpe de estado de 1953 como un acontecimiento deseable.
El golpe de Rojas Pinilla no fue del todo planeado sino que se dio en forma espontánea a medida que se desarrollaban los acontecimientos. El general Rojas habría pensado en dar un golpe, en caso de emergencia, en contra de Laureano Gómez, con el fin de asegurar la permanecía de Roberto Urdaneta en el gobierno. Dado que Urdaneta no aceptó y que Laureano reasumió el mando pero se hallaba en la casa de su yerno "haciendo pandeyucas", Rojas fue animado por sus subalternos militares a tomarse el poder, decisión que tomó la tarde del día del golpe, el 13 de junio.
El 13 de junio, Rojas cumplió su objetivo de realizar el golpe sin derramamiento de sangre: ninguna persona murió, incluso ordenó la protección de la casa y vida de la familia de Laureano horas después del golpe para que no fuera quemada por extremistas, entre otros motivos porque Rojas no deseaba ser visto como un asesino ya que uno de sus lemas personales y de gobierno fue la pacificación del país.
La Asamblea legitimiza el golpe
Cinco días más tarde, mediante el Acto Legislativo No.1 del 18 de junio de 1953, la Asamblea decreta que "...La Asamblea Nacional Constituyente [con 61 delegados] asume las atribuciones conferidas al Senado de la República por el Art. 125... y en consecuencia declara: 1. que el 13 de junio del presente año quedó vacante el cargo de Presidente de la República; y 2. Que es legítimo el título del actual Presidente de la República, Teniente General Gustavo Rojas Pinilla... quien ejercerá el cargo por el resto del período presidencial en curso", es decir hasta el 7 de Agosto de 1954, y la Asamblea debía velar por la "constitucionalidad del régimen".
La Asamblea Nacional Constituyente, a pesar de ser una institución transitoria fue reunida, cambiada y usada frecuentemente durante el período de Rojas por las tres fuerzas políticas que acordaban su constitución, siempre con una mayoría conservadora liderada por Ospina Pérez. La Asamblea, desde el gobierno de Rafael Reyes, no había realmente representado las partes constituyentes de la Nación.
En poco menos de tres meses de tomar el poder, el 15 de Septiembre de 1953, Rojas logra que las guerrillas Liberales firmen un armisticio.
Primera reelección
El año siguiente, al término del "periodo en curso", el 3 de Agosto de 1954, Rojas logra que la Asamblea Nacional Constituyente, en ese momento mayoritariamente compuesta de conservadores, reafirmara su posesión y que lo reeligiera para el periodo siguiente, es decir hasta 1958. La Asamblea de algo más de 90 delegados estaba compuesta de 56 conservadores, alrededor de 13 ó 15 liberales, 2 del ejército, 2 de la Iglesia Católica y el resto de Rojas Pinilla.
El 25 de octubre, la Asamblea aprobó el cambio constitucional para extender el sufragio a las mujeres, derecho que fue ejercido efectivamente tres años más tarde.
Esta vez separándose del apoyo bipartidista que lo había llevado al poder y creando lo que llamó la "Tercera Fuerza". con este propósito, el general formuló un reordenamiento del país bajo la alianza de los trabajadores, clases medias y militares, sustentado en principios católicos tomados de la doctrina social de la Iglesia y en los ideales bolivaristas.
Tan pronto como el Ministro de Gobierno, Lucio Pabón Núñez, anunció públicamente, el 9 de enero de 1955, la formación del nuevo partido "Movimiento de Acción Popular" para respaldar la gestión de Rojas, los partidos tradicionales decidieron oponerlo activamente. Usando los periódicos aún bajo su control --a pesar de la censura que venía siendo impuesta sobre ella desde el gobierno de Laureano-- y explotando cualquier error gubernamental lograron el apoyo de la Iglesia y los comerciantes, y recuperar adeptos en la población.
Los dos partidos tradicionales, temiendo el ascenso de estas fuerzas, emprendieron el arreglo definitivo de sus diferencias ideológicas y burocráticas con el fin de contrarrestarlas. La "Tercera Fuerza" se estaba convirtiendo en un partido que ponía en peligro la supremacía de los dos partidos tradicionales, e implicaría la perdida de puestos en muchas instituciones del país. De manera que lo que propició la solución a la crisis de hegemonía bipartidista no fue tanto el golpe de Estado sino el temor a que el régimen instaurado evolucionara en un populismo al estilo del gobierno de Juan Domingo Perón en Argentina o de Getúlio Vargas en Brasil. Es de anotar que su período de gobierno se desarrolló parcialmente en paralelo con el del General Juan Domingo Perón, militar que gobernó en Argentina desde 1946 a 1955, y el de Getulio Vargas, presidente constitucional de Brasil de 1951 a 1954, ambos con bastante acogida y apoyo popular.
Segunda reelección y caída
Según algunos relatos orales de la época que han sido recogidos por algunos periodistas en la actualidad y que no han sido confirmados por la justicia, en febrero de 1956, su hija María Eugenia y su esposo fueron objeto de sonora rechifla durante una corrida toros en la plaza de toros Santamaría en Bogotá; testigos presenciales recuerdan que cuando el torero ofreció el toro a María Eugenia frente al palco presidencial, el público le gritaba: "No se lo ofrezca porque se lo lleva a Melgar". El domingo siguiente se produjo la represalia. A quienes cantaban "Lleras sí, otro no", y a los que se negaban a vitorear a María Eugenia, los agentes del Servicio de Inteligencia Colombiano los molieron a palos, los lanzaron por las graderías del circo, los golpearon con yataganes o a puntapiés. El número exacto de muertos nunca se pudo precisar. Tampoco el de heridos. Pero se dijo que el gobierno había comprado siete mil boletas para sus detectives y agentes, con el fin de vengar el honor escarnecido de María Eugenia y su esposo.
En Noviembre de 1956 Ospina Pérez renuncia a la dirección de la Asamblea Nacional Constituyente como protesta al intento de Rojas de poner 25 miembros más en la Asamblea para asegurarse la reelección.
El 30 de Abril de 1957 la Asamblea Nacional Constituyente, recién reconstruida con miembros que favorecían a Rojas, lo reeligió para el periodo presidencial siguiente, de 1958 a 1962. Esto desencadenó una oposición todavía más agresiva contra su gobierno. El caudillo militar fue ahora convertido en un villano.
Los diálogos entre los Conservadores, inicialmente liderados por Laureano Gómez y seguido más tarde por Mariano Ospina Pérez, y Liberales, liderados por Alberto Lleras Camargo, para calmar los odios y diferencias fue preparando el camino para lo que se llamaría el Frente Nacional. Primero fue el acuerdo de Benidorm (España) el 24 de Julio de 1956 en donde reconocieron la responsabilidad compartida en la decadencia de la democracia y empezaron a buscar la fórmula igualitaria; luego el pacto de Marzo 20 de 1957, en donde se oponen firmemente a la reelección de Rojas para el periodo siguiente y apoyan las elecciones libres; luego la declaración de Sitges (España), en donde confirman que los dos partidos compartirían el poder en partes iguales durante 16 años y la presidencia se alternaría cada cuatro años entre los dos partidos, y por último el Pacto de San Carlos de Noviembre de 1957 en donde tuvieron que arreglar las diferencias con Laureano Gómez que había llegado en octubre de su exilio en España .
La disposición de la Asamblea de reelegir a Rojas nunca se cumplió ya que la Junta Militar tomó posesión el mes siguiente, el 10 de mayo de 1957, y disolvió la Asamblea. Los partidos, la Iglesia, los estudiantes, y los sindicatos habían hecho una demostración cívica en contra de su reelección que lo hizo cambiar de opinión. Rojas aceptó retirarse antes de que se agudizara la situación y degenerara en violencia; acordó los miembros de la Junta Militar y se exilió ese mismo mes de mayo.
Unas versiones indican que se asiló en España y que Eduardo Carranza habría gestionado su asilo con el gobierno Español. Otra versión, diseminada por el M-19, indica que viajó a República Dominicana y allí recibió asilo político de parte del gobierno del dictador Rafael Leonidas Trujillo y que permaneció en Santo Domingo hasta 1962.
Durante los años 1958 y 1959 el gobierno del Frente Nacional le hizo un juicio político. El general Rojas Pinilla, fiel a sus principios, se presentó ante el Senado para defenderse de las acusaciones en su contra. Sus defensores fueron Carlos V. Rey, Daniel Valois Arce y Jesús Estrada Monsalve. El veredicto del Congreso Nacional, del 18 de marzo de 1959, fue condenatorio contra el general Rojas; sin embargo, siete años después, el Tribunal Superior de Cundinamarca le devolvió sus derechos políticos el 20 de diciembre de 1966 y un año después, la Corte Suprema de Justicia confirmó este acto judicial, el 18 de octubre de 1967.
Regreso al país
No es clara la fecha oficial de su regreso. La Alianza Nacional Popular (ANAPO) que tenía como candidato a Rojas y que venía desarrollándose desde el año anterior se conforma en Duitama el 6 de enero de 1962 y se presentó a las elecciones para las corporaciones públicas el 18 de Marzo de 1962 y para las presidenciales el 6 de Abril de ese mismo año. En la votación para presidente obtuvo el cuarto lugar después Guillermo León Valencia del partido Conservador, Alfonso López Michelsen del Movimiento Revolucionario Liberal con apoyo comunista y que se oponía al bipartidismo, y Jorge Leyva del Partido Conservador. Los votos por López y Rojas sumaron el 38% sin embargo fueron considerados nulos por las autoridades electorales por oponerse al sistema bipartidista, y además por que Rojas fue considerado un candidato ilegal.
Ya resuelta la situación legal de Rojas, la ANAPO logró numerosos escaños en el Congreso Nacional en las elecciones de 1968.
En 1970 Rojas se había transformado en una opción política con gran arraigo entre la población colombiana y se presentó a las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, enfrentándose al candidato del Frente Nacional Misael Pastrana Borrero. Las elecciones resultaron bastante reñidas y el resultado oficial fue de 1.625.025 votos por Pastrana y 1.561.468 votos por Rojas. De esta manera la Corte Electoral proclamó a Pastrana como presidente para el periodo 1970-1974. Sin embargo, Rojas y sus partidarios siempre acusaron de fraudulentas estas elecciones y muchos testimonios de personas prestantes dentro de la política y las fuerzas armadas de la época parecen dar visos de verdad a dicho reclamo. Años después se confirmó el fraude efectuado por el gobierno de Carlos Lleras Restrepo. Dentro del grupo inconforme de los anapistas existían grupos de izquierda y de estudiantes con ideas no compartidas por Rojas. De estos grupos surgió luego el movimiento guerrillero M-19 (Movimiento 19 de Abril), que consideraba agotadas las vías electorales y optó por la vía armada.
Rojas muere de un infarto cardíaco en su finca de Melgar el 17 de enero de 1975. Su entierro fue en Bogotá, donde estuvo en cámara ardiente en el Capitolio Nacional. Sus ideas políticas fueron continuadas por su hija María Eugenia Rojas quien fue senadora y candidata a la Presidencia en 1974, y luego por su nieto, el ex-senador y actual Alcalde Mayor de Bogotá, Samuel Moreno Rojas.
Ideales de su gobierno
Su objetivo a corto plazo era la pacificación del país: terminar con la violencia bipartidista; y a mediano o largo plazo el restablecimiento de las instituciones democráticas. Su idea era mantener el control del gobierno por un tiempo lo suficientemente largo como para pacificar al país, darle impulso económico, social y moral. De esta forma demostrar que había una tercera fuerza política viable para el país y luego abrirlo a una verdadera democracia. Como sus metas no pudieron cumplirse en su totalidad a finales del periodo 1954-1958, quiso prolongar su gobierno por un periodo más, 1958-1960, lo cual no pudo cumplir.
Desde el gobierno de Laureano Gómez se había utilizado un estado de excepción manejado con la Asamblea Nacional Constituyente y a falta del legislativo se utilizaban decretos, método que igualmente utilizó Rojas para imponer su plan.
Para lograr la pacificación propuso conceder amnistía a los combatientes guerrilleros y la reconstrucción económica de las zonas afectadas por la violencia. De hecho algunos grupos guerrilleros liberales depusieron sus armas. No tuvo éxito con las guerrillas comunistas ya que declaró como ilegal al partido comunista. Al final, su objetivo de pacificación y democracia se logró parcialmente: con el temor a que el proyecto de Rojas triunfara, los partidos políticos tradicionales tuvieron que afianzar la paz política para sobrevivir, y por extensión calmar al país.
Manifestó en su programa de gobierno un reformismo social de estilo militar, con el cual buscó consolidar una política eminentemente nacionalista. Su gobierno se preocupó por fortalecer un binomio político cívico-militar en acción. Según sus ideas, ante el fracaso político-social de los partidos tradicionales, el binomio Pueblo - Fuerzas Militares sería el camino para realizar los cambios urgentes en el país. Consideró que el nacionalismo y el patriotismo debían ser las fuerzas de cohesión del pueblo colombiano, anegado en violencia y crisis nacional.
Buscó el fortalecimiento del Estado colombiano basado en la doctrina social de la Iglesia católica y en el ideario del Libertador Simón Bolívar. Además del ejército, mantenía una estrecha alianza con la Iglesia Católica. Estimulaba reformas sociales en beneficio de los sectores de bajos recursos. Según sus ideas, sin la justicia social sería muy difícil la paz y mucho más la libertad. “No se puede hablar de paz sin justicia social y justa distribución y goce de las riquezas". Por eso su programa ha sido considerado como un "movimiento cristiano nacionalista" para el progreso social y económico del pueblo colombiano.
Para el logro de sus metas socio-económicas era indispensable estimular el trabajo y facilitar, por parte del gobierno, la asistencia social, la educación, la orientación técnica.
Según sus ideas, para garantizar el trabajo era necesario proteger el capital; por ello las relaciones entre capital y trabajo debían mantenerse y desarrollarse lejos de toda hostilidad y dentro del verdadero concepto de Patria. Estimuló el trabajo y el desarrollo de la infraestructura del país, para lo cual estableció un impuesto sobre los ingresos y sobre el patrimonio golpeando a los sectores más ricos de la sociedad. Buscó la justicia política social que defendiera al trabajador, no sólo como productor de riqueza, sino como elemento humano.
Para estimular la economía y facilitar el manejo de las licencias de importación creó dos bancos públicos, medidas que los bancos privados consideraron como «competencia desleal».
El fortalecimiento de la educación para las masas colombianas, en un pueblo con mayoría analfabeta era una de sus prioridades como parte del plan de desarrollo. Su formación de normalista le permitió expresarse didácticamente en sus discursos presidenciales lo cual facilitó que sus ideas e intenciones fueran captadas fácilmente por el pueblo.
Logros de su gobierno
Se interesó por hacer reformas sociales en beneficio de los sectores de bajos recursos y por el desarrollo económico y educativo bajo una política de orden.
Para el logro de estas metas socio-económicas buscó estimular el trabajo, el desarrollo de la infraestructura del país, y facilitar la asistencia social, la educación y la orientación técnica. Los siguientes son algunos ejemplos.
Introdujo la televisión en el país. En 1954, al cumplirse el primer aniversario del gobierno militar, se inauguró la Televisora Nacional.
Automatizó la telefonía urbana y rural para el fortalecimiento de las comunicaciones e impulsar la educación y la cultura.
Fortaleció la educación popular práctica y tecnológica, y la educación rural con nuevas tecnologías agrícolas.
Estimuló los programas de las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza [1] y la programación de la televisión educativa, que se inició en Colombia durante su administración.
Se propuso la creación de numerosas escuelas, colegios y universidades. Creó, organizó y dio especial apoyo a la Universidad Pedagógica de Colombia con sede en Tunja, elevando a esta categoría a la antigua Normal Superior Universitaria de Colombia
Creó el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), el cual hasta el momento ha servido como instrumento invaluable para la educación de técnicos prácticos, la promoción de la producción y creación de microempresas.
Impulsó la cultura popular aprovechando los medios tecnológicos: la televisión, la radio, el teatro, la imprenta y todos los medios que llevan a la superación cultural.
Auspició la construcción de numerosas obras de infraestructura, entre ellas las siguientes: la terminación del ferrocarril del Atlántico; la pavimentación de la mayor parte de las carreteras troncales del país( por ej. la carretera Bogotá-Chía); la construcción del Aeropuerto Internacional El Dorado y 18 aeropuertos más; la construcción de acueductos, alcantarillados, avenidas y numerosas obras de infraestructura en pueblos de distintas regiones colombianas. Bajo su mandato se terminó la represa hidroeléctrica de Lebrija, la nueva refinería de Barrancabermeja.
Durante su administración se terminaron las obras de Acerías Paz de Río y el Hospital Militar, el Centro Administrativo Nacional, el Club Militar y la construcción del Observatorio Astronómico.
Para facilitar el manejo de las licencias de importación creó dos bancos públicos, el Banco Ganadero y el Banco Cafetero, medidas que los bancos privados consideraron como «competencia desleal». Capitalizó la Caja Agraria, estableció el Instituto de Fomento Tabacalero, y el Instituto Nacional de Abastecimiento (INA).
Para contrarrestar la oposición y el descontento frente al gobierno por la creación de impuestos que golpeaban los sectores más ricos de la sociedad, creó Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Movimiento de Acción Nacional (MAN), pero muy pronto fracasaron y se disolvieron.
En el Departamento de Boyacá, su tierra natal, se preocupó por la ampliación y pavimentación de la carretera Tunja-Bogotá; la electrificación de Boyacá con la instalación de tres unidades en Termo-Paipa; y la construcción de acueductos: Teatinos de Tunja, Sogamoso y Belencito.
Se construyeron bajo su mandato el Palacio Municipal y el Palacio de Justicia de Tunja, la Industria Militar (Indumil) en Sogamoso, la planta de leches de Chiquinquirá, con destino a los niños pobres, la Transmisora de la Independencia y numerosas obras sociales para los damnificados de la violencia.
Inició y propició la amnistía para los alzados en armas, principalmente para los guerrilleros de los Llanos Orientales, Tolima, Antioquia y otros departamentos y territorios nacionales azotados por la violencia. Creó la Oficina de Rehabilitación y Socorro para colaborar con los damnificados de la violencia.
Para afianzar la justicia social ayudando a los desposeídos, creó la institución SENDAS (Secretaría Nacional de Asistencia Social), que dirigió su hija María Eugenia Rojas de Moreno. SENDAS auspició los mercados populares, los aguinaldos del niño pobre, los restaurantes escolares, las guarderías infantiles y creó centros de bienestar social en las ciudades y campos.
Impulsó la construcción del CAN - Centro Administrativo Nacional - donde se congregarían los Ministerios y las sedes principales del Gobierno, la Caja Nacional de Previsión Social, la Empresa Nacional de Publicaciones, etc.
Impulsó la vivienda popular, la casa campesina, el seguro campesino y la bolsa de empleos.
Reconoció los derechos políticos de la mujer, mediante el acto legislativo número 3 de la Asamblea Nacional Constituyente (ANAC), de agosto 25 de 1954.
Cronología del golpe de estado
La causa principal que desencadenó el golpe de estado el sábado 13 de Junio de 1953, puente del Sagrado Corazón, fue la terquedad del presidente conservador Laureano Gómez Castro quien se empeñaba en deponer del cargo de General a Gustavo Rojas Pinilla con decisiones injustificadas y que por tanto no fueron apoyadas ni ejecutadas por el presidente designado Roberto Urdaneta Arbeláez ni su ministro de guerra Lucio Pabón Núñez. Es probable que Gómez considerara el liderazgo de Rojas y su acercamiento a Urdaneta como un peligro al control del poder que todavía ejercía desde su convalecencia.
Octubre de 1951:
El Presidente Conservador Laureano Gómez Castro sufre un derrame cerebral mientras asiste a una revista aérea en la Base de Palanquero lo que le impide continuar como titular del cargo. Delega sus funciones al primer designado Roberto Urdaneta Arbeláez pero sigue controlando el gobierno desde su lecho de enfermo usando como emisarios a sus hijos Álvaro y Enrique Gómez Hurtado.
Con su gestión, Roberto Urdaneta se gana el respeto del ejército y en especial el del general Gustavo Rojas Pinilla.
Septiembre de 1952:
Roberto Urdaneta le solicita a Rojas Pinilla que regrese de Estados Unidos a donde había ido como representante ante la Junta Interamericana de Defensa, en Washington, y lo reinstituye en su cargo de General de las Fuerzas Armadas con el fin de asegurarse respaldo militar.
Laureano Gómez, contrariado por la decisión de Urdaneta, empieza a buscar la forma de relevar al General Rojas de su cargo.
17 de Abril de 1953:
El General Rojas elude un intento de Laureano Gómez por separarlo del ejército. Laureano Gómez lo quería ausentar del país enviándolo a Fráncfort como representante del gobierno en la inauguración de la ruta Bogotá-Fráncfort; pero Rojas es informado de las dobles intenciones de Laureano y antes de subirse al avión en el antiguo aeropuerto de Techo, al sur Occidente de Bogotá, decide no viajar.
La lealtad de sus subalternos que lo consideraban líder y jefe natural fue de crucial importancia para que los hechos se siguieran desenvolviendo en beneficio del General.
22 de Mayo de 1953:
El General Rojas convoca a un banquete de gala en la Escuela Militar de Cadetes, en Bogotá, en honor al presidente encargado Roberto Urdaneta y a la que asistieron toda la plana mayor de las Fuerzas Armadas. En ella y con una ceremonia Rojas le ofrece a Urdaneta el apoyo de toda la entidad castrense.
Fecha desconocida en 1953:
Felipe Echevarría Olózaga, industrial antioqueño, fue detenido y culpado de adelantar actos terroristas en Colombia y torturado por miembros de la G-2. Laureano Gómez toma el evento como excusa para responsabilizar del hecho a algunos militares y en especial a Rojas Pinilla a pesar de que él no tenía nada que ver con los eventos, con la excepción de haber ordenado el traslado del señor Olózaga al Batallón Guardia Presidencial.
11 de Junio de 1953:
Se conforma el último gabinete de Urdaneta, en el que se asigna, entre otros, a Lucio Pabón Núñez como Ministro de Guerra.
12 de Junio de 1953:
Rojas Pinilla viaja a Melgar. Había organizado previamente un plan de comunicación en caso de alguna emergencia y previendo cualquier maniobra en su contra.
Laureano Gómez le ordena a Urdaneta que destituya al General Rojas Pinilla pero Urdaneta se niega argumentando que hasta tanto no se investigaran los hechos y reconocido a los culpables, no haría ningún movimiento de personal.
13 de Junio de 1953 (Sábado):
Hacia las 7 de la mañana Laureano Gómez le ordena nuevamente a Urdaneta que destituya al General Rojas Pinilla pero Urdaneta se niega y le dice que asuma nuevamente la presidencia y lo destituya él mismo. Así lo hizo Laureano Gómez quien convoca a un Consejo Extraordinario de Ministros.
Temprano en la mañana Laureano Gómez deja su lugar de convalecencia y se dirige al Palacio de la Carrera, hoy Palacio de Nariño, reúne a los ministros, reasume el poder y retira del cargo a Roberto Urdaneta. Lucio Pabón Núñez, Ministro de Guerra, se rehúsa a firmar el decreto para destituir al General Rojas Pinilla, procede a renunciar y se retira de la reunión.
Laureano Gómez nombra a Jorge Leyva como Ministro de Guerra y lo encarga de elaborar y firmar el decreto de destitución. Nombra además al general Régulo Gaitán como comandante general y se retira con rumbo desconocido.
Hacia las 10 de la mañana el personal empezó a ser informado de la baja del General Rojas.
Después del medio día el Secretario General del Ministerio de Guerra , Coronel José Manuel Agudelo, recibe en su despacho a los recién nombrados Jorge Leyva y Régulo Gaitán y otros oficiales en su despacho y se comunica con todos los mandos de la brigada para informarle de los hechos, lo mismo que con varios personajes políticos incluyendo a Ospina Pérez. Jorge Leyva decide aceptar el consejo de Agudelo de hacerse reconocer de las tropas haciendo un recorrido por los comandos de sur a norte, y salen del Capitolio, donde para la época allí funcionaba el Ministerio de Guerra.
Hacia las 2 de la tarde el general Alfredo Duarte Blum le hace una llamada telefónica a Rojas para que regrese de Melgar, al tiempo que sobrevolaban Melgar en el avión que lo traería de regreso. Rojas se traslada al aeropuerto de Flandes en donde lo recoge el avión que lo lleva al aeropuerto de Techo en Bogotá y pide ser llevado al Batallón Caldas (Puente Aranda) donde comandaba el Coronel Navas Pardo.
Cerca de las 4 de la tarde Rojas llega al Batallón Caldas coincidiendo con una llamada que Jorge Leyva le estaba haciendo a Navas para que lo reconociera como el nuevo Ministro de Guerra.
En algún momento de estos había aparecido también en el Batallón Caldas doña Berta Hernández de Ospina, esposa del ex- presidente Mariano Ospina Pérez y co-lideradora de la otra facción del partido conservador, con quien Rojas tuvo una cordial conversación y quien parece haberle proporcionado su apoyo e informado también del apoyo Liberal, para remover del gobierno a Laureano Gómez.
Hacia esa hora llama también el Coronel Manuel Agudelo para informarle a Rojas las acciones que había realizado hasta ese momento y recibe la orden de unirse a la toma del Palacio.
Sabiendo que Jorge Leyva y su comitiva llegarían al Batallón Caldas y que ellos aún no sabían que allí se encontraba Rojas, decidieron esperarlos. Más tarde llegaron Jorge Leyva, acompañado del recién asignado comandante, general Régulo Gaitán, del general Mariano Ospina Rodriguez, del general Gustavo Berrío Muñoz y del coronel Billy Hollman. Para evitar sospechas los recibieron con los honores correspondientes, pero una vez entraron al casino y haber encontrado sorpresivamente a Rojas les informaron que Leyva y Gaitán quedaban detenidos al igual que Ospina Rodriguez y Hollman. De inmediato se comunicó por radio a todas las guarniciones que a partir de ese momento recibirían órdenes solamente del General Rojas Pinilla.
Hacia las 5 de la tarde el General Carlos Turriago somete pacíficamente al Batallón Guardia Presidencial, en esos momentos comandado por el Mayor Ruano. Había previamente preparado la artillería y los batallones rodeando el Palacio de la Carrera, pero después de una conversación con Ruano se evitó un enfrentamiento innecesario. Rojas Pinilla es informado hacia las cinco y media, a lo cual Rojas y su comitiva dejan Puente Aranda y se dirigen al Palacio de la Carrera.
Hacia las 6:30 Rojas llega al Palacio Presidencial de la Carrera. Momentos después manda llamar de urgencia a Roberto Urdaneta Albeláez pues su plan en ese momento era pedirle a Urdaneta que se tomara el poder y que él, Rojas, lo apoyaría. Urdaneta, a pesar de que en ese momento estaba dormido y con fiebre de 40 grados debido a una fuerte gripe, fue despertado y se presentó a discutir la situación con Rojas y su comitiva. Le fueron presentadas varias alternativas para que permaneciera en el poder pero las rechazó diciendo “Si en la mañana me negué a aceptar una imposición, ahora me niego a aceptar otra”, pues seguía considerando a Laureano Gómez como el presidente legítimo y se rehusaba a asumir el cargo hasta tanto él no renunciara.
Ante la negativa de Urdaneta, Rojas ordenó la búsqueda de Laureano Gómez, el cual se hallaba escondido en la casa de uno de sus amigos, para pedirle que renunciara al gobierno de forma que Urdaneta pudiera gobernar legítimamente. Luis Ignacio Andrade que sabía donde se encontraba fue enviando para traer la renuncia, sin embargo al regresar informó a Rojas que “Laureano dice que antes de firmar la renuncia para que siga gobernando Urdaneta, prefiere que usted se haga cargo del gobierno”. Según Rojas, fue él mismo el que se dio el golpe al decir esto.
Urdaneta se retira a su habitación y al quedar solo con su comitiva que lo había preparado todo empezaron a animarlo para que tomara el poder.
Hacia las 10 de la noche Rojas asume definitivamente el poder y hace la alocución radial en la que dice su frase célebre “No más sangre, no más depredaciones en nombre de ningún partido político, paz, justicia y libertad.”, frase que fue bien recibida por la mayoría de los colombianos que habían estado sufriendo una sangrienta violencia partidista que se había acentuado desde la muerte del líder político Liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de Abril de 1948.
Familia
De su matrimonio con Carola Correa Jaramillo fueron hijos Gustavo Rojas Correa y María Eugenia Rojas Correa, casada con Samuel Moreno Díaz. Su nieto Samuel ha sido senador y actualmente es alcalde mayor de Bogotá, y su nieto Iván fue alcalde de Bucaramanga, ministro de salud y actualmente Senador. Ambos nietos de Rojas Pinilla son actuales miembros del PDA (Polo Democrático Alternativo) y ex militantes de la ANAPO (Alianza Nacional Popular).
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