José Vicente Concha Ferreira (Bogotá, 1867 - Roma, 1929) fue un político y jurisconsulto colombiano. Miembro del Partido Conservador, fue Presidente de Colombia entre 1914 y 1918. Hijo de don José Vicente Concha Lobo, político y educador conservador, fundador del Colegio (Universidad) de Pío Nono, y de doña Adolfa Ferreira.
Abogado y diplomático, Representante a la Cámara en 1898 por Bogotá. Ministro de Guerra en 1901. Embajador en Estados Unidos en 1902. Se resistió a firmar un tratado con ese país, que ve como improcedente para Colombia y regresa a finales de dicho año como parlamentario. En 1910 se presenta como candidato a la presidencia de la república, pero es derrotado por el candidato de la Unión Republicana Carlos Eugenio Restrepo en la Asamblea Nacional. Con el apoyo del Partido Liberal, dirigido por Rafael Uribe Uribe, logra la presidencia de la república en 1914 - 1918, derrotando al candidato republicano, Nicolás Esguerra. Muere siendo embajador de Colombia en Italia.
Senador de la República
Actuó como representante o senador en varias legislaturas, habiéndose destacado en todas ellas por su franqueza y claridad para exponer las ideas que estimaba mejores, a la vez que se le reconoce por su elocuencia y poder persuasivo. Se destaca las intervenciones realizadas en el Congreso de 1898 y en los episodios que precipitaron la caída o renuncia del general Rafael Reyes.
Uno de los episodios más destacados durante su legislatura, ocurrió cuando un empleado público sustrajo fraudulentamente lo que entonces se denominaban "bonos colombianos", por valor de 130 000 pesos oro, bonos que habían sido retirados de la Oficina de Crédito Público que dirigía Cordovez. A1 descubrirse el ilícito, los poseedores de dichos bonos, que los habían adquirido sin saber su procedencia, tuvieron que entregarlos a la policía, por lo cual quedaban directamente afectados al perder la inversión realizada.
Congresistas amigos de las víctimas elaboraron, un proyecto de ley por el cual la nación debía darles a los compradores bonos legítimos por el valor anotado. Sólo faltaba la lectura del correspondiente texto y el tercer debate para convertirse en ley, cuando Cordovez le informó a Concha el alcance real de la potencial decisión que afectaba seriamente a las finanzas del país. Concha, en corto tiempo y antes de que se procediera al pupitrazo final, logró que por unanimidad se negara "el malhadado proyecto".
Cualidades como Orador
Reconocido por su oratoria parlamentaria Concha combatió especialmente al general Rafael Reyes, cuyo gobierno (1904-1909) llamó "Quinquenio nefando", expresión que se hizo célebre en la literatura política. Es demostrativa de su estilo, esta intervención suya ante el Congreso de 1909: cuando ya Reyes había dejado el poder y se había marchado del país en un exilio voluntario:
"Pero señor Presidente [del Congreso], el general Reyes no es el único que delinquió: Quizá pudiera yo decir que el general Reyes no es el principal delincuente. Para apreciar la conducta de cualquier hombre público, hay que tener presente la atmósfera en que vive, el aire que lo rodea. Y al general Reyes, por móviles interesados, por motivos innobles, se le rodeó de una atmósfera de embustera adulación, de una nube de mentira y engaño, y se le cerraron los oídos con muchas manos, y se le cubrieron los ojos con muchas vendas. Y cuando así, ciego, sordo, embriagado de lisonja, fue paso a paso al abismo y cayó en su fondo, que apenas se puede sondear, los lazarillos que allí le llevaron se retiran fingiéndose pasmados, y se escandalizan y truenan en insultos contra su ídolo de ayer. Eso, señor presidente, esa conducta de los cortesanos y aduladores, ese proceder de los cómplices del día anterior, tiene un nombre en castellano que no quiero repetir aquí" .
Embajador en Estados Unidos
El gobierno de Marroquín, del cual Concha fue ministro de Guerra, lo nombró embajador en Estados Unidos en momentos en que el país se desangraba con el conflicto de los Mil Días, antes del episodio de la pérdida de Panamá.
Presentó cartas credenciales el 8 de marzo de 1902 y entraba a reemplazar a Carlos Martínez Silva, a quien Marroquín removió intempestivamente.
En Washington tuvo ocasión de oponerse abiertamente a la solicitud que Marroquín hizo al gobierno norteamericano para que pusiera tropas en Panamá (con arreglo al tratado Mallarino-Bidlack, de 1846), donde las fuerzas liberales, adversarias al régimen conservador, estaban derrotando a las oficialistas. No obstante las tropas de Estados Unidos desembarcaron en suelo colombiano.
Concha se retiró del cargo el 28 de noviembre del año en que fue nombrado.
Presidente de la República
Elegido presidente para el cuatrienio que comenzaba en 1914, inició su mandato bajo la sombra que heredó del período de Carlos Eugenio Restrepo, quien terminó con una popularidad cómodamente favorable.
Al constituir gabinete llamó la atención que nombrara ministro de Instrucción Pública a Monseñor Carlos Cortés Lee, en lo que siguió el ejemplo que en 1894 había dado Miguel Antonio Caro, quien delegó en Monseñor Rafael María Carrasquilla idéntico cargo. Este hecho se explicaba en su preocupación manifiesta por la enseñanza de la filosofía católica en el pueblo.
Trabajó con representantes del liberalismo y de los dos sectores en que estaba fraccionado el partido conservador, aunque se le acusa de reducir notablemente la participación liberal para consolidar la hegemonía conservadora. Eliminó considerablemente la participación liberal en varias alcaldías y gobernaciones, con lo cual aumentó los enfrentamientos bipartidistas. Fue apoyado por una amplia mayoría gubernamental en su decisión de mantener al país neutral ante la primera Guerra Mundial, que por entonces se iniciaba en Europa. Comenzó en medio de la crisis que tal conflicto suponía y de una situación fiscal bastante compleja, que requirió de facultades extraordinarias por parte del congreso mediante la ley 25 del 1 de septiembre de 1914. Parte de su estrategia consistió en suprimir los gastos que no obedecían a urgentes necesidades y aplazó los que no fueran del servicio ordinario y la deuda nacional, la que observó con responsable interés.
Durante su mandato fue asesinado el dirigente liberal Rafael Uribe Uribe el 15 de octubre de 1914, quien apoyó a José Vicente Concha como candidato a la presidencia años atrás.
También estableció gravámenes a distintas operaciones y varios productos, tendientes a incrementar la capacidad económica del gobierno para enfrentar la delicada perspectiva. Además se optó por suprimir cargos públicos o refundir varios en uno, disminuyó subvenciones o partidas para obras públicas y redujo la fuerza pública. También fueron afectados los auxilios de beneficencia e instrucción. Uno de los factores que no contribuyó para una rápida recuperación económica fue la guerra mundial puesto que perjudicó el desarrollo del comercio, que dependía notablemente de otros países especialmente del primer mundo. Adicional a esto, los créditos internacionales quedaron suspendidos y los comerciantes Colombianos enfrentaron grandes dificultades para cumplir sus compromisos previamente adquiridos antes del conflicto, sumado las alzas en el transporte de mercancías y las dificultades propias de la situación. En el esfuerzo por mantener, hasta donde fuera posible, un satisfactorio estado de la economía, el gobierno utilizó vales de tesorería como instrumento de negocio con los acreedores de la nación. Finalmente debió enfrentar los estragos de un intenso verano y de una devastadora plaga de langostas. Un gesto que ilustró el sentido patriótico de Concha fue su renuencia a contratar empréstitos internacionales, lo que estimó como el mejor camino para conservarla soberanía del país en tan difíciles circunstancias mundiales. No obstante, adelantó algunas de las obras públicas iniciadas en anteriores administraciones, como varios ferrocarriles, el Capitolio Nacional, la línea telegráfica con Caquetá y la que unía a Bogotá con Arauca. En el campo limítrofe, se firmó el tratado Suárez-Muñoz Vernaza, en julio de 1916, que fijó la línea fronteriza con Ecuador.
Durante el cuatrienio de Concha aumentaron notablemente las protestas sociales, principalmente por las estrictas medidas económicas que el gobierno tuvo que adoptar, lo cual se sumó a los odios partidistas reinantes en la época que ocasionaban constantes disturbios. En algunas regiones del país, principalmente en el Cauca y Huila, se presentaron enfrentamientos entre los indígenas, campesinos y terratenientes, muchos de ellos liderados por Manuel Quintín Lame.
Abogado y diplomático, Representante a la Cámara en 1898 por Bogotá. Ministro de Guerra en 1901. Embajador en Estados Unidos en 1902. Se resistió a firmar un tratado con ese país, que ve como improcedente para Colombia y regresa a finales de dicho año como parlamentario. En 1910 se presenta como candidato a la presidencia de la república, pero es derrotado por el candidato de la Unión Republicana Carlos Eugenio Restrepo en la Asamblea Nacional. Con el apoyo del Partido Liberal, dirigido por Rafael Uribe Uribe, logra la presidencia de la república en 1914 - 1918, derrotando al candidato republicano, Nicolás Esguerra. Muere siendo embajador de Colombia en Italia.
Senador de la República
Actuó como representante o senador en varias legislaturas, habiéndose destacado en todas ellas por su franqueza y claridad para exponer las ideas que estimaba mejores, a la vez que se le reconoce por su elocuencia y poder persuasivo. Se destaca las intervenciones realizadas en el Congreso de 1898 y en los episodios que precipitaron la caída o renuncia del general Rafael Reyes.
Uno de los episodios más destacados durante su legislatura, ocurrió cuando un empleado público sustrajo fraudulentamente lo que entonces se denominaban "bonos colombianos", por valor de 130 000 pesos oro, bonos que habían sido retirados de la Oficina de Crédito Público que dirigía Cordovez. A1 descubrirse el ilícito, los poseedores de dichos bonos, que los habían adquirido sin saber su procedencia, tuvieron que entregarlos a la policía, por lo cual quedaban directamente afectados al perder la inversión realizada.
Congresistas amigos de las víctimas elaboraron, un proyecto de ley por el cual la nación debía darles a los compradores bonos legítimos por el valor anotado. Sólo faltaba la lectura del correspondiente texto y el tercer debate para convertirse en ley, cuando Cordovez le informó a Concha el alcance real de la potencial decisión que afectaba seriamente a las finanzas del país. Concha, en corto tiempo y antes de que se procediera al pupitrazo final, logró que por unanimidad se negara "el malhadado proyecto".
Cualidades como Orador
Reconocido por su oratoria parlamentaria Concha combatió especialmente al general Rafael Reyes, cuyo gobierno (1904-1909) llamó "Quinquenio nefando", expresión que se hizo célebre en la literatura política. Es demostrativa de su estilo, esta intervención suya ante el Congreso de 1909: cuando ya Reyes había dejado el poder y se había marchado del país en un exilio voluntario:
"Pero señor Presidente [del Congreso], el general Reyes no es el único que delinquió: Quizá pudiera yo decir que el general Reyes no es el principal delincuente. Para apreciar la conducta de cualquier hombre público, hay que tener presente la atmósfera en que vive, el aire que lo rodea. Y al general Reyes, por móviles interesados, por motivos innobles, se le rodeó de una atmósfera de embustera adulación, de una nube de mentira y engaño, y se le cerraron los oídos con muchas manos, y se le cubrieron los ojos con muchas vendas. Y cuando así, ciego, sordo, embriagado de lisonja, fue paso a paso al abismo y cayó en su fondo, que apenas se puede sondear, los lazarillos que allí le llevaron se retiran fingiéndose pasmados, y se escandalizan y truenan en insultos contra su ídolo de ayer. Eso, señor presidente, esa conducta de los cortesanos y aduladores, ese proceder de los cómplices del día anterior, tiene un nombre en castellano que no quiero repetir aquí" .
Embajador en Estados Unidos
El gobierno de Marroquín, del cual Concha fue ministro de Guerra, lo nombró embajador en Estados Unidos en momentos en que el país se desangraba con el conflicto de los Mil Días, antes del episodio de la pérdida de Panamá.
Presentó cartas credenciales el 8 de marzo de 1902 y entraba a reemplazar a Carlos Martínez Silva, a quien Marroquín removió intempestivamente.
En Washington tuvo ocasión de oponerse abiertamente a la solicitud que Marroquín hizo al gobierno norteamericano para que pusiera tropas en Panamá (con arreglo al tratado Mallarino-Bidlack, de 1846), donde las fuerzas liberales, adversarias al régimen conservador, estaban derrotando a las oficialistas. No obstante las tropas de Estados Unidos desembarcaron en suelo colombiano.
Concha se retiró del cargo el 28 de noviembre del año en que fue nombrado.
Presidente de la República
Elegido presidente para el cuatrienio que comenzaba en 1914, inició su mandato bajo la sombra que heredó del período de Carlos Eugenio Restrepo, quien terminó con una popularidad cómodamente favorable.
Al constituir gabinete llamó la atención que nombrara ministro de Instrucción Pública a Monseñor Carlos Cortés Lee, en lo que siguió el ejemplo que en 1894 había dado Miguel Antonio Caro, quien delegó en Monseñor Rafael María Carrasquilla idéntico cargo. Este hecho se explicaba en su preocupación manifiesta por la enseñanza de la filosofía católica en el pueblo.
Trabajó con representantes del liberalismo y de los dos sectores en que estaba fraccionado el partido conservador, aunque se le acusa de reducir notablemente la participación liberal para consolidar la hegemonía conservadora. Eliminó considerablemente la participación liberal en varias alcaldías y gobernaciones, con lo cual aumentó los enfrentamientos bipartidistas. Fue apoyado por una amplia mayoría gubernamental en su decisión de mantener al país neutral ante la primera Guerra Mundial, que por entonces se iniciaba en Europa. Comenzó en medio de la crisis que tal conflicto suponía y de una situación fiscal bastante compleja, que requirió de facultades extraordinarias por parte del congreso mediante la ley 25 del 1 de septiembre de 1914. Parte de su estrategia consistió en suprimir los gastos que no obedecían a urgentes necesidades y aplazó los que no fueran del servicio ordinario y la deuda nacional, la que observó con responsable interés.
Durante su mandato fue asesinado el dirigente liberal Rafael Uribe Uribe el 15 de octubre de 1914, quien apoyó a José Vicente Concha como candidato a la presidencia años atrás.
También estableció gravámenes a distintas operaciones y varios productos, tendientes a incrementar la capacidad económica del gobierno para enfrentar la delicada perspectiva. Además se optó por suprimir cargos públicos o refundir varios en uno, disminuyó subvenciones o partidas para obras públicas y redujo la fuerza pública. También fueron afectados los auxilios de beneficencia e instrucción. Uno de los factores que no contribuyó para una rápida recuperación económica fue la guerra mundial puesto que perjudicó el desarrollo del comercio, que dependía notablemente de otros países especialmente del primer mundo. Adicional a esto, los créditos internacionales quedaron suspendidos y los comerciantes Colombianos enfrentaron grandes dificultades para cumplir sus compromisos previamente adquiridos antes del conflicto, sumado las alzas en el transporte de mercancías y las dificultades propias de la situación. En el esfuerzo por mantener, hasta donde fuera posible, un satisfactorio estado de la economía, el gobierno utilizó vales de tesorería como instrumento de negocio con los acreedores de la nación. Finalmente debió enfrentar los estragos de un intenso verano y de una devastadora plaga de langostas. Un gesto que ilustró el sentido patriótico de Concha fue su renuencia a contratar empréstitos internacionales, lo que estimó como el mejor camino para conservarla soberanía del país en tan difíciles circunstancias mundiales. No obstante, adelantó algunas de las obras públicas iniciadas en anteriores administraciones, como varios ferrocarriles, el Capitolio Nacional, la línea telegráfica con Caquetá y la que unía a Bogotá con Arauca. En el campo limítrofe, se firmó el tratado Suárez-Muñoz Vernaza, en julio de 1916, que fijó la línea fronteriza con Ecuador.
Durante el cuatrienio de Concha aumentaron notablemente las protestas sociales, principalmente por las estrictas medidas económicas que el gobierno tuvo que adoptar, lo cual se sumó a los odios partidistas reinantes en la época que ocasionaban constantes disturbios. En algunas regiones del país, principalmente en el Cauca y Huila, se presentaron enfrentamientos entre los indígenas, campesinos y terratenientes, muchos de ellos liderados por Manuel Quintín Lame.
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