domingo, 31 de mayo de 2009

Eduardo Santos


Eduardo Santos Montejo (Bogotá, 28 de agosto de 1888 — Bogotá, 24 de marzo de 1974) fue un abogado, político y periodista colombiano, miembro del Partido Liberal y presidente de la República entre 1938 y 1942. Hijo de Francisco Santos Galvis y Leopoldina Montejo, era descendiente de Antonia Santos, prócer de la independencia. Casado con Lorenza Villegas, con quien solo tuvo una hija (Clara) que falleció siendo niña.

Carrera política y periodística
Pese a la temprana muerte de su padre (en 1900), consiguió estudiar Derecho en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, pero se graduó en la Universidad Nacional de Colombia y viajó a París a completar su formación, estudiando Literatura y Sociología. Tras su regreso en 1909, se inició en el periodismo bajo la tutela de Tomás Rueda Vargas y posteriormente en el diario El Tiempo, fundado en 1911 por su cuñado Alfonso Villegas Restrepo, y adquirido por Santos en 1913. Fue director de El Tiempo por 25 años y desde sus columnas, defendió el ideario liberal y favoreció sus aspiraciones políticas.

A pesar de su militancia liberal, participó en la formación del Partido Republicano, liderado por Carlos Eugenio Restrepo, quien al llegar a la presidencia (1910-1914) nombró a Santos en varios cargos intermedios del ministerio de Relaciones Exteriores. Tras la disolución del republicanismo, regresó al partido liberal (1921) y debido a su prestigio como periodista, fue designado director de la campaña presidencial de Enrique Olaya Herrera, para las elecciones de 1930. Tras el triunfo, Olaya le encargó el ministerio de Relaciones Exteriores, si bien en este cuatrienio (1930-1934) también ocupó un escaño en la Cámara de Representantes y en el Senado y fue gobernador de Santander. Posteriormente, durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo (1934-1938) se hizo cargo de la delegación colombiana en la Sociedad de Naciones.

Presidencia
Para las elecciones de 1938 las facciones moderada (a la que pertenecía) y progresista del partido liberal habían acordado la candidatura del ex presidente Olaya, pero tras su muerte en Roma (1937) el liberalismo debió definir entre la candidatura de Santos y la progresista del maestro Darío Echandía, quien se retiró reconociendo las mayorías santistas. En las referidas elecciones, Santos fue elegido Presidente sin contendor conservador, ya que este partido se abstuvo de votar.

Durante su mandato, mantuvo al país en una posición neutral durante la Segunda Guerra Mundial, aunque mostró su animadversión hacia las potencias del Eje. Así mismo, su gobierno fue llamado "la Gran Pausa", en contraposición a la Revolución en Marcha, ola reformista de la anterior administración. Durante su gobierno se destacó por lo siguiente:

Estableció el descanso remunerado de domingo y feriados.
Hacia 1939, creó el Instituto de Crédito Territorial, orientando a la construcción de vivienda en áreas rurales.
Creó también el Instituto de Fomento Industrial y Municipal.
Creó granjas industriales y el Fondo Nacional de Ganadería.
Se firmó con Venezuela, el 5 de abril de 1941, el tratado Santos-López Contreras, de no agresión entre las dos naciones.
Elevó a la categoría de embajada las legaciones de Argentina, Chile, Ecuador, Estados Unidos, México y Venezuela.
Propició la inversión extranjera.
Aprobó el sindicalismo sin permitirle desgracias ni atropellos a la ley y sin permitirle participación en política.
Fundó la Radiodiodifusora Nacional de Colombia y la Escuela de Policía General Santander.
Entregó el cargo terminando el Palacio de Comunicaciones, los cuarteles de Pamplona, Tunja y Manizales y considerables obras en la Ciudad Universitaria.
Para las elecciones de 1942, el presidente Santos trató de evitar el regreso de López Pumarejo al poder, poniéndole en el camino a su copartidario Carlos Arango Vélez, quien obtuvo respaldo electoral tanto de una fracción liberal como de los conservadores, resultando derrotado.

Hechos tras su gobierno
Luego de su mandato, el ex presidente Santos se consolidó como el líder de la facción moderada y centrista de su partido, y promovió el nombre de Gabriel Turbay para las elecciones de 1946; pero en estas elecciones el liberalismo perdió el poder frente al conservador Mariano Ospina Pérez, debido a la división entre Turbay y Gaitán. Este último le arrebató la jefatura del partido a Santos un año después.

En sus últimos años, Eduardo Santos se dedicó al periodismo, la historia y a la defensa del Frente Nacional, que él mismo ayudó a fundar.

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